La Asamblea General de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha proclamado hoy a Vicente Lafuente como nuevo presidente de la patronal autonómica para los próximos cuatro años. Una etapa que, en palabras del propio Lafuente, acoge con ilusión y sentido de servicio: “Queremos una CEV horizontal, abierta y participativa; que no sea un fin en sí misma, sino un medio para ayudar a sus integrantes”.
Lafuente compaginará su nuevo cargo con la presidencia de FEMEVAL durante los próximos meses para asegurar la continuidad de los proyectos en marcha. Entre ellos, LaMet, “Mi escuela de talento”, el nuevo centro de cualificación profesional y empleo llamado a responder a la creciente demanda de perfiles técnicos, tanto en el metal como en otros sectores productivos.
El acto ha servido también para elegir a los presidentes provinciales: César Quintanilla (CEV Alicante), Luis Martí (CEV Castellón) y Eva Blasco (CEV Valencia), reforzando la articulación territorial de la patronal.
En su primer discurso como presidente, Lafuente ha marcado el rumbo con tres grandes líneas de trabajo: preservar y aprovechar lo que se ha hecho bien; impulsar un proyecto coral, “no presidencialista”; y defender de manera “inquebrantable” la neutralidad y la independencia política, principios que ha definido como “irrenunciables”.
Todo ello se traduce en una agenda que atiende a la pluralidad del tejido productivo: grandes empresas tractoras que demandan estabilidad, predictibilidad y ecosistemas de colaboración; pymes que necesitan sentirse más representadas y requieren apoyos específicos ante la limitación de recursos; autónomos y autónomas cuya contribución vertebra la economía local y merece reconocimiento; asociaciones y federaciones que precisan coordinación para optimizar servicios, eliminar duplicidades y explorar nuevas actividades; y organizaciones comarcales y sectoriales a las que la CEV quiere acercarse para reforzar el arraigo empresarial en cada territorio. En el plano territorial, ha avanzado que las CEV provinciales dispondrán de “la máxima autonomía posible” para decidir sobre asuntos propios.
Bajo el paraguas de la lealtad institucional, Lafuente ha reafirmado una posición “firme, constructiva y reivindicativa” en defensa de los grandes vectores de competitividad regional: la culminación del Corredor Mediterráneo y del Cantábrico-Mediterráneo; la modernización de puertos y ferias; la mejora de infraestructuras hídricas; y la atención a los daños aún pendientes por la DANA. Asimismo, ha exigido poner fin a la “injusta infrafinanciación” que sufre la Comunitat Valenciana cuya solución ha incidido en que es “política”. “La única posibilidad de tener una financiación justa es que todos los partidos —el PP CV, PSPV y Compromís—, como bien reflejan sus siglas, piensen y actúen en clave valenciana”, ha resaltado.
Asimismo, ha incidido en que el partidismo político no debe marcar el paso de la sociedad. “Debe ser la sociedad quien marque los tiempos de la política”, en alusión a la esencialidad del diálogo social. “Hay que poner el foco en que todo nace de las necesidades de las empresas. Y sus problemas no son los sillones, sino la productividad, la competitividad, los horarios laborales, los permisos o el absentismo, que ha alcanzado una dimensión alarmante que compromete la viabilidad empresarial”.
En materia presupuestaria, ha reclamado que a estas alturas del calendario es más que exigible que los recursos y partidas destinadas a la recuperación de la DANA estén garantizados. “Porque lo necesita el pueblo valenciano y la economía para reactivarse, y no deben ser, bajo ningún concepto, objeto de batallas políticas”.
Lafuente ha cerrado su intervención subrayando la responsabilidad del cargo y rindiendo tributo a referentes del empresariado valenciano. En un espacio cargado de historia y de significado: el Auditorio Miguel Burdeos, ha evocado la memoria de “personas inolvidables y aguerridos empresarios” como José Vicente González, Antonio Baixauli y el propio Miguel Burdeos: “A todos ellos, mi gratitud por haber dejado tanta huella. Su ejemplo nos recuerda que el asociacionismo no se defiende con palabras, sino con hechos”.
“Tenemos por delante desafíos importantes. Pero también una gran oportunidad. Confío en que esta etapa sea un tiempo de colaboración para que, entre todos y todas, decidamos el camino a seguir. Estoy convencido de que el mejor capítulo de la CEV está aún por escribirse”, ha concluido.